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Consejos para realizar elevaciones posteriores de hombros con mancuernas de forma correcta
El hombro es uno de los grupos musculares más importantes, especialmente por su estética, ya que tener un hombro grande y definido suele ser atractivo para muchas personas.
El deltoides posterior, conocido como hombro posterior o cabeza posterior del hombro, es el músculo encargado de llevar a cabo diferentes movimientos, como la abducción del hombro, la flexión de hombro, la extensión y la abducción horizontal del hombro.
Las elevaciones posteriores con mancuernas, también llamadas pájaros con mancuernas, son el ejercicio más utilizado y más efectivo para trabajar el deltoides posterior.
Este ejercicio, que se puede realizar a la vez con los dos brazos o solamente con un brazo, es favorable para desarrollar la musculatura y la fuerza del hombro. Asimismo, también sirve para trabajar la espalda superior, ya que, además de implicar al deltoides posterior, también implica otros músculos como los romboides y el trapecio medio.
Realizar elevaciones posteriores de hombros y trabajar el deltoides posterior es beneficioso, en primer lugar, para mejorar la postura, explican desde My Protein. Lo cierto es que fortalecer los músculos del hombro que se encargan de la movilidad de la articulación favorece una mejor postura.
Así, trabajar este músculo es bueno para lograr realizar con mayor funcionalidad las tareas diarias y, a su vez, mejorar el rendimiento deportivo.
Por otro lado, realizar elevaciones posteriores de hombros también es beneficioso para prevenir lesiones, puesto que, como ayudan a fortalecer la articulación, son favorables para prevenir una lesión en el hombro.
Sin embargo, para obtener estos beneficios, en primer lugar, hay que incluir elevaciones posteriores de hombros en la rutina y trabajar esta parte del cuerpo de forma semanal. Además, para que sean eficaces, hay que aprender a realizar la técnica de forma adecuada, remarcan los expertos.
En primer lugar, para realizar correctamente este ejercicio es necesario escoger un peso con el que realmente podamos llevarlo a cabo bien y sin hacer tirones.
Excederse de peso es algo muy perjudicial, ya que puede hacer que flexionemos los codos y cometamos el error de elevar las mancuernas con la espalda en vez de con el deltoides posterior.
Una vez hayamos escogido un par de mancuernas del peso que soportamos, lo mejor es sentarnos para evitar tirones y no cargar la espalda, aunque el ejercicio también se puede realizar de pie.
Cuando hayamos seleccionado si lo haremos sentados o de pie, nos inclinaremos hacia adelante, mirando que el torso quede prácticamente paralelo al suelo. Si estamos sentados, flexionaremos la cadera lo máximo posible para que el ejercicio que hagamos sean realmente unas elevaciones totalmente horizontales.
Nos fijaremos en mantener los brazos extendidos hacia abajo en su postura natural, con las mancuernas en las manos y las palmas de las manos enfrentadas. Además, los codos deben estar relajados.
A continuación, contraeremos los deltoides posteriores y tiraremos de los codos hacia el techo en un movimiento de apertura inversa, de modo que los brazos queden prácticamente paralelos al suelo, en forma de cruz y con las palmas de las manos mirando al suelo.
Una vez hayamos entendido la técnica, haremos unas tres series de entre 12 y 15 repeticiones, descansando 1 minuto o 1.30 minutos entre cada serie.
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