Al frente de una empresa de ropa deportiva, la pareja Marize y Adamur Vanzin sabían que querían que su propia marca se extendiera por todo Brasil.En 2014, realizaron su sueño a través de Zero Açucar, una empresa con sede en Cascavel, Paraná, que ahora está presente en más de 700 puntos de venta.Los ingresos fueron de BRL 8,7 millones el año pasado y el objetivo es llegar a BRL 11 millones en 2022.Adamur y Marize Vanzin dirigen Zero Açucar (Foto: Divulgación)La pareja se casó en 1998 y, dos años después, Marize entró a trabajar en la industria de la confección para la familia de su marido y tuvo su primer contacto con el sector de la moda.Responsable del desarrollo de productos.“Ahí fue cuando comencé a entender más sobre tejidos, modelaje y todo lo que implica la confección de ropa”, cuenta la emprendedora, quien también fue en busca de especializaciones para aprender sobre producción.“Tomé cursos, participé en ferias y visité muchas industrias para conocer la materia prima”.La pareja decidió tener su propia fábrica de ropa deportiva en 2007 para atender a otros clientes.Para eso, utilizaron R$ 10 mil que tenían ahorrados y R$ 20 mil prestados por la madre de Marize.“Fundamos Texport para atender otras marcas que necesitaban producción, pero que la otra empresa de confecciones ya no tenía capacidad para suplir”, dice la emprendedora.Mientras hacían piezas para otras empresas que usaban sus logos, los emprendedores tenían la ambición de tener su propia marca.“Era nuestro sueño desde el principio, pero queríamos estructurar una empresa propia e hicimos un estudio de mercado para decidir todos los detalles”, dice.En enero de 2014, lanzaron Zero Açucar, apoyándose en los contactos que ya tenían en el sector.“Anunciamos que íbamos a lanzar nuestra propia marca y que contrataríamos representantes para hacer las ventas”, explica la emprendedora.La táctica era que estos profesionales fueran los encargados de presentar el escaparate a los comerciantes y recibir los pedidos.Actualmente, la empresa cuenta con 20 representantes repartidos por diferentes partes de Brasil.En 2017, la empresa abrió su primera tienda física, en Cascavel.Al año siguiente, inauguró el comercio electrónico.En la pandemia, el negocio enfrentó dificultades, ya que muchos minoristas terminaron cerrando sus puertas.“Pero nuestras ventas no han disminuido.La gente empezó a preocuparse más e, incluso en casa, hacían ejercicio.Nuestras ventas aumentaron en el sitio web”, dice el empresario.En diciembre de 2020, la marca inauguró la segunda unidad física.El espacio, con 70 metros cuadrados, es más compacto y surgió la idea de ser un concepto para que la empresa fuera franquiciada.“También es nuestra tienda, pero ya la abrimos como un proyecto para averiguar si el negocio es franquiciable”, dice.En octubre de 2021, Zero Açucar lanzó la venta de unidades de red: hasta ahora se han vendido tres.El primero de ellos será inaugurado en São José do Rio Preto, en el interior de São Paulo.La meta es tener 80 unidades en cinco años.¿Quiere acceder a contenido exclusivo de PEGN?¡Haz clic aquí y firma!